20 años. Puebla, México. Antisocial. Egoísta. Fría. Grosera. Bipolar. Culta. Enamorada~ de su vida. Lectora compulsiva de cualquier texto. Crítica. Otaku. Conocedora del Photoshop/HTML. Buena para el diseño. Solía destruir vidas y sueños. También fue (y es aún) generadora de conflictos serios y una muy mala persona. Se está reformando (en teoría). Por elección propia xD
Likes: Lovecraft, HP, Artemis Fowl, Alexandros, Asimov, Blood+, FullMetal Alchemist, Tales of Phantasia, Bleach, Hellsing, Trinity Blood, Rozen Maiden, Chrno Crusade, Fate/Stay Night, Wolf’s Rain, NANA, Death Note, Noein, D.Gray Man, ErgoProxy, Ouran High School Host Club, Witch Hunter Robin, Shana, Nodame, Utawarerumono, Heroic Age, Claymore, ParaKiss, Darker than Black, LovCom, Red Garden… y creciendo ^^.
Para terminar: Sí, hay mucho que añadir, demasiado, tanto que agobia y no dan ganas de siquiera pensarlo por segunda vez. Porque para plasmar algo, se le tiene que analizar bajo todos los ángulos posibles demasiadas veces, darle vueltas, marearse en él, hundirse en él… sentirle y subir de nuevo a la superficie con todos esos sabores y aromas impregnados en la piel. ¿Qué si me desvió del tema? No, no creo. Todo, en última instancia, está relacionado; y quiero dar un testimonio claro y conciso de como la Cassiel de ayer ya no es la Cassiel de hoy… la que se expreso párrafos arriba en pocas palabras, ahora recurre a una prosa adornadísima y embriagante para llenar la necesidad innata de plasmar todo lo que apenas comprende y lo que no.
De un tiempo para acá, la vida se ha tornado agobiante y compleja, y estoy casi segura que lo primero es consecuencia directa de lo segundo… o será sólo falta de tiempo, váyase a saber… pero hay que vivir así la vida, que no queda de otra. Por ahora. Después, sé que mi alma exigirá el destierro del mundo conocido, en busca de su Shangri-La… pero, ¡ah! ¡ya tengo ese reino utópico en donde refugiarme toda la existencia y todavía más!… sólo que no es tan terrenal y real como debería, es filosófico, personal, metafórico… es él, a final de cuentas. El destino me queda a deber la exuberante flora selvática; los peligros de una fauna desconocida, maravillosa y mortal; las ruinas de templos pretéritos evocadores de fuerzas cósmicas; el ir y venir de mis pies en senderos que nunca antes fueron creados.
Pero no importa.
El viaje iniciático de esta sacerdotisa draconiana llegará… algún día, algún día…
Y ese día, por fin, podré librarme de todas las frágiles ataduras que aún conservo.
Finite.